…“Aquí
están las mejores fotos…” Decía mi jefe, frente al abanico de opciones a
escoger entre mujeres que posaban
desnudas, con poca ropa, ó blusas mojadas que mostraban pezones puntuditos cada
segundo, como protector de pantalla de su PC.
Todos
se aglomeraron frente a su pc, sin importar quién manda a quién, lo único es
que todos, absolutamente todos, dejaban
sus tareas a un lado para concentrar toda su energía en algo sumamente más
importante para ellos que cualquier otra cosa.
Una Teta.
No
entiendo de dónde surge esa gran debilidad por ver una teta, un pezón o algo
similar que puede generar controversia, desespero y ganas de devorarse ese pc,
o por qué no tocarlo?
Me
causa gracia como muestran esa gran debilidad por el sexo opuesto, cabe aclarar
que la mujer es lo más hermoso que existe sobre la tierra, puede o no ser
complemento del hombre, una soltera, o soltera felizmente orgullosa de serlo,
lesbiana ó una simple dama, el hecho como tal somos nosotras, únicas e
irrepetibles. Pero sin evadir el caso,
¿Qué sienten por ver un pezón? Es
delirio de ver lo que no tienen o no han podido alcanzar? O simplemente porque
la accedemos todos desde la lactancia?
Si
no eres modelo o actriz porno, fresca, que igual, se olvidan por nosotras las
no famosas por segundos con tal de vanagloriar a la Diva, sé que suena algo
molesto o envidioso, pero para nada lo es, me causa más gracias algo muy
sencillo, si ellos tienen novia o prometida, pueden amarla, respetarla y
quererla, pero no les parece curioso, que vean una teta en una revista y
automáticamente se les vuelve cerebro de gallina, te olvidan! Por qué se olvidan tan rápido de nosotras!
¿Qué
diferencia hay entre tener un novio y no dejarse tentar, a cuando ellos están
solos y le caen como gallinazo a cualquiera por que tan solo vieron esa teta?
Admiración, si es, y mucha, ¿qué más?, ¿Deseo?,
¿Qué más?, erotismo, imaginación, placebo…Me quedaré preguntándome miles de
cosas, una serán muy obvias, de hecho , lo son, otras hasta tendrán respuestas
psicológicas, otras nos llevarán a las épocas antiguas donde se devoraban entre
todos y bueno en fin, no hay mucho análisis que puedas desprender de esta gran
pregunta, es muy normal, muy cotidiano, tanto así que no nos detenemos a mirar
con qué frecuencia se hace, igual creo
que ninguno se detenga a mirar una teta porque lo es, si no por sus miles de
formas o tamaños inimaginables que caben en la cabeza de ellos o de ellas. En fin, que vivan las tetas, que vivan las
mamas.
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